La política institucional de Servicios Sociales y Dependencia es un negocio para el sector privado

Loli Pisón Ochoa de Eribe

Los Servicios Sociales junto con la Atención Primaria Sanitaria son servicios esenciales. Son la puerta de entrada al sistema de salud.  

Durante los últimos años la situación de las personas más vulnerables, lejos de mejorar, empeora  cada día en Euskal Herria, debido a la avaricia que genera la privatización, porque aumenta la pobreza real.   

En Euskadi, ni siquiera cumplimos los requerimientos que marca la Ley de Servicios Sociales. 

El Sistema Vasco de Servicios Sociales, en su atención a la Dependencia, es un sistema fracturado en el que intervienen más de 250 Ayuntamientos y en el que hay tres Diputaciones. Todo ello con distintas competencias. La atención primaria corresponde a los ayuntamientos, la atención secundaria o especializada corresponde fundamentalmente a las Diputaciones, aunque el Gobierno Vasco tiene algunas competencias.

Esta falta de unidad resta cohesión y coherencia a la prestación de unos servicios que debieran ser igualitarios para toda la población, generando una gran desigualdad en los tres territorios, así como en los Ayuntamientos de la Comunidad Autónoma Vasca.  

Es imprescindible reforzar el cuidado de las personas en su propio hogar.  Es fundamental dedicar recursos públicos suficientes para ampliar plantillas y mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras de cuidados del Servicio de Ayuda a Domicilio, (un sector altamente feminizado). Igualmente, potenciar la cobertura del personal de los Servicios Sociales de Base, Servicios de Información, Diagnóstico y Orientación, además de otros servicios de apoyo a las personas dependientes. 

Necesitamos unas políticas públicas que tengan en el centro las políticas sociales, en el que cuidadoras y personas dependientes tengamos una vida digna.

Según los últimos datos publicados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, en Euskadi viven solas 112.531 personas mayores de 65 años, de las cuales 84.400 somos mujeres, el 74%.  Comprobado en los registros administrativos del Padrón Municipal de Habitantes, donde se mantiene actualizada la información demográfica municipal.  

Tenemos muchísimas personas que viven solas y que no son atendidas por nadie, en situación de desprotección.  Las autoridades de las instituciones vascas saben dónde y cómo llegar a cada una de las personas dependientes para atenderlas debidamente.  Hay recursos para unos servicios sociales públicos y de calidad.  ¡Háganlo, políticas y políticos del Gobierno de Gasteiz!

Los servicios de atención personal no se pueden quedar solo en la familia, son una obligación pública y son una responsabilidad pública.  Además, todos los servicios sociales tienen un retorno económico, contribuyen a la creación  de empleo, generan una sociedad más justa y reducen la desigualdad.

¡La sanidad pública no se vende, la sanidad pública se defiende!

¡Pensión Mínima: 1.080 euros. Salario Mínimo: 1.200 euros!

Emakume pentsionistok aurrera!!!!

Lunes 7 de junio de 2021

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