Mañana, 8 de marzo, reivindicamos, una vez más, los derechos de todas las mujeres todos los días del año.
Muchas de las mujeres que hemos traspasado la edad de la jubilación, en nuestra juventud luchamos codo con codo para conquistar los derechos que se nos estaban negando. Eran tiempos en que por ley necesitábamos el permiso del padre o del marido para viajar solas o abrir una cuenta en el banco, a las chicas se nos mandaba a coser y a los chicos a estudiar, se nos trataba de indecentes por mantener relaciones antes o fuera del matrimonio, no teníamos en nuestras manos el control de la natalidad, ni podíamos divorciarnos en el caso de no llevarse bien o ser maltratadas por el cónyuge.
Nuestras luchas en la calle y ante los tribunales nos permitieron conseguir unas leyes que protegen nuestro derecho a tener el control de nuestra vida y de nuestro cuerpo sin que nadie nos tutele. También nos implicamos en la lucha obrera para conseguir mejores salarios y condiciones laborales, trabajamos en asociaciones de barrio para conseguir centros de planificación familiar, escuelas o jardines. En definitiva, luchamos y nos movilizamos para conseguir nuestros derechos y una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas.
Y ahora, que hemos llegado a la vejez, la necesidad de luchar por nuestros derechos no ha desaparecido. Muchas tenemos pensiones de miseria, sufrimos múltiples violencias y nuestra salud se resiente por los muchos trabajos que llevamos a nuestras espaldas.
Exigimos una pensión y condiciones de vida que nos permitan vivir con dignidad. Necesitamos buenos servicios públicos, de atención a domicilio o en residencias, que nos cuiden con respeto. Queremos una sanidad pública con personal suficiente y capacitado para tratar nuestros problemas de salud.
Compañeras. Nada de esto nos van a regalar. Necesitamos organizarnos, trabajar juntas y movilizarnos para conseguirlo. Demos un paso adelante. Nunca es tarde para participar en asambleas, para dar nuestra opinión, para colaborar en la organización de las acciones en colectivos de mujeres, en asociaciones y en movimientos ciudadanos a favor de una vida digna para nosotras y todas las personas mayores.
Algunas ya estamos organizadas y colaboramos activamente en distintos grupos y en el Movimiento de Pensionistas, pero podemos ser muchas más. Mujeres juntas y organizadas para conseguir:
- Una pensión mínima de 1080 €
- 100% de la pensión de viudedad
- Complementar las pensiones más bajas hasta 1080 €, por parte de los Gobiernos Vasco y Navarro.
- Unos servicios sociosanitarios públicos de calidad.
¡COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SE DEFIENDEN!
¡PENSIONES PÚBLICAS Y JUSTAS YA!
*Queremos también solidarizarnos con las mujeres, niñas y población en general que está sufriendo una de las muchas guerras activas en el mundo. Decimos NO A LA GUERRA y denunciamos los intereses geoestratégicos de los poderosos del mundo.
Vitoria Gasteiz a 7 de Marzo de 2022
