1.- La manifestación pensionista del lunes de la Aste Nagusia de Bilbao fue un éxito
Reunir 4.500 personas en una manifestación en pleno verano, aunque se celebre en el marco de la Aste Nagusia de Bilbao, solo puede calificarse de exitosa. Aunque debe reseñarse que, además de gente de Bilbao, participaron cientos de personas pensionistas de otros muchos pueblos de Bizkaia, de algunos otros de Araba y Gipuzkoa, así como de Asturias –que acudieron en dos autobuses– y de otras comunidades del Estado español. Pero sobre todo fue una movilización muy alegre, animosa, colorida y activa.
La manifestación arrancó de la Plaza Elíptica, pero solo pudo recorrer una parte de la Gran Vía y tener que desviarse para llegar al Ayuntamiento. Se nos había negado el permiso para continuar por la Gran Vía, alegando que se ocupaba el espacio festivo.
Estuvo encabezada por una veintena de txistularis y en el medio de la manifestación sonaban los tambores de la batukada de Mamiki. Pero estos no impidieron ni mucho menos que se hicieran oír con fuerza las reivindicaciones y demandas salidas de las gargantas de miles de pensionistas y otras personas participantes en la movilización. Todo el recorrido de la manifestación estuvo plagado de carteles y pancartas, acompañadas de ikurriñas y de banderas asturianas y gallegas. El color rojo de los pañuelos del MPB (Movimiento de Pensionistas de Bizkaia) rodeando los cuellos de miles de pensionistas, mostraban su reconocimiento masivo y el orgullo de formar parte de ese movimiento.
La imaginación de la gente en este tipo de movilizaciones, elaborando carteles con múltiples consignas y alegaciones críticas es enorme. Y quienes niegan la gran capacidad de las personas mayores y pensionistas para estas iniciativas, no tienen más que darse un paseo por el lado de manifestaciones como la de ayer, o por las múltiples que impulsa el movimiento de pensionistas.
Tanto las pancartas como los carteles y las consignas que se gritaban estaban relacionadas con las reivindicaciones planteadas por el MPB: Revalorización pensiones y salarios con el IPC real. Pensión mínima 1.080 euros. No al desmantelamiento de Osakidetza. Sanidad y cuidados públicos y de calidad. Desde luego, quienes tampoco se libraron de la denuncia y de las críticas fueron Iberdrola y la subida de las tarifas eléctricas o los escandalosos beneficios de la banca y de los grandes empresarios, mientras que las/los pensionistas, los y las trabajadoras y demás sectores populares pagamos el precio de su avaricia.
Acto al final de la manifestación
La presentación por parte de dos pensionistas –mujer y hombre– estuvo acompañada de unos bertsos emotivos de un Arkaitz Estiballes y de la lectura en euskera y castellano de dos comunicados. El primero, de apoyo y solidaridad enviado por plataformas y movimientos de pensionistas del resto de Comunidades y Pueblos del Estado. La lectura en castellano lo hizo una compañera pensionista de Asturias. Al segundo comunicado, el del MPB (Movimiento de Pensionistas de Bizkaia), le pusieron voz con pasión dos compañeras pensionistas. Al final, como no podía ser de otro modo, se cantó el “Txoria txori” al son de la música de las/los txistularis.
El contenido de los dos comunicados fue muy similar y centrado en las demandas arriba señalados. Pero se quiso destacar que el 15 de octubre se llevará a cabo una manifestación conjunta, unitaria, amplia y plural en Madrid, acompañada de la entrega de las decenas de miles de firmas que se han estado recogiendo para entregar a todos los grupos parlamentarios del Congreso y que asuman sus responsabilidades y canalicen la aprobación de las demandas que les planteamos las plataformas y movimientos pensionistas de todo el Estado español. También se resaltó que el 5 de septiembre se reanudarán las concentraciones en las cuatro capitales y 70 pueblos del Hego Ejuskal Herria, y que el 1 de octubre, es el Día Internacional de las Personas Mayores, fecha en la que el movimiento de pensionistas vasco estará con fuerza en la calle defendiendo todos los derechos de las personas pensionistas y mayores.
Al final de la manifestación hubo una invitación a todas las personas asistentes a disfrutar de la fiesta de la Aste Nagusia y a que quien lo deseara se acercara a las txoznas konparseras que nos habían invitado a degustar gratuitamente unos pintxos preparados con esmero y solo pagar la bebida a un precio módico. Se pudieron ver grupos de pensionistas visitando contentos y alegres las txoznas que nos habían invitado.
La totalidad de las 27 txoznas-konparseras –salvo una que se excusó– han venido luciendo durante toda la semana la banderola del MPB, por lo que estamos agradecidos a todas ellas. Pero, al mismo tiempo, no podemos dejar de citar a las 16 que también nos invitaron al pintxo-pote: Trikimailu. Txori Barrote. Mozkotarrak. Satorrak. Uribarri. Hontzak. Bizizaleak. Hau Pitu Hau. Paya. Mekaguen. Txinbotarra. Abante. Kranba (Comanche). Sinkuartel. Piztiak y Aixeberri.
2.- Continúan resistiendo frente al intento de derribo de la Nagusien Etxea de Romo
Tras la resolución de un Juzgado de Bilbao estableciendo la suspensión cautelar del derribo de la Nagusien Etxea de Romo, el ayuntamiento presentó un recurso y en estos momentos la situación es de espera a ver qué decisión legal se toma definitivamente. Pero las personas mayores y pensionistas de este centro no pierden la esperanza y el martes, junto a numerosos vecinos y vecinas del barrio, realizaron sendas concentraciones por la mañana y por la tarde. También lo hicieron el miércoles a la tarde y continuarán con ellas cada dos días. Asimismo, están preparando una manifestación, que arrancará de Nagusien Etxea el 2 de septiembre, a las 7 de la tarde, y recorrerá las calles del barrio. Invitan a las personas mayores y pensionistas de Getxo y de los pueblos del entorno a sumarse a esa manifestación.
Junto al mantenimiento de concentraciones y otras iniciativas, han puesto en marcha una campaña de envío de cartas individuales, por correo electrónico, a la alcaldesa de Getxo, Amaya Agirre, solicitando una vez más: 1.- Que las personas mayores, socios y socias de Ibar Nagusien Etxea no sean desalojadas. 2.- Que los edificios de Lope de Vega 12, patrimonio del barrio, no sean derribados. 3.- Que busquen una ubicación alternativa para el Centro Intergeneracional. 4.- Que se habilite un Centro de Día en Romo. Si bien el envío de las cartas lo centran en la gente del barrio, piden el apoyo de otras gentes de Getxo y otros pueblos, en especial de personas mayores y pensionistas, por la importancia y el simbolismo que tiene este centro de encuentro, relaciones humanas e iniciativas sociales.
3.- “Osakidetza es un gigante que está cayendo lentamente”
Así se expresaba hace unos días en una entrevista pública Roberto Sánchez, uno de los tres médicos anestesistas que se atrevió a denunciar la OPE de Osakidetza. Empezaba desgranando su paso por Osakidetza, mencionando que encadenó 119 contratos entre los años 2003 y 2008, como médico de Atención Primaria. Y añadía que consecuencia de los problemas y tensiones que se veían obligados/as a soportar, varios compañeros/as se marchaban a trabajar a Baleares, Cataluña, Canarias… donde esperaban contar –y así ha sido– con mayor respecto, reconocimiento y mejor remuneración.
Decidió permanecer en Osakidetza y se hizo médico anestesista. Pero hace algo más de tres años se atrevió junto a dos otros compañeros a denunciar la manipulación de la OPE y desde entonces ha venido sufriendo presiones y represión por parte de sus superiores, por lo que decidió dejar Osakidetza porque su salud mental lo requería y ahora está mucho mejor trabajando en el Instituto Foral como geriatra.
Para resumir la situación que se vive en Osakidetza subraya: “Hay excesivos cargos de confianza. Y eso lleva a una autocomplacencia y a una defensa del superior y del partido (se refiere al PNV) que te ha puesto en el cargo. Osakidetza tiene problemas graves, lo estamos viendo todos, pero como también es un arma de propaganda de quién la está gestionando, no quieren hacer nada”.
4.- Recibimiento pensionista a la Vuelta en Agurain Araba)
Un amplio colectivo de compañeros/as del movimiento de pensionistas de Agurain recibió el martes, junto a la carretera, el paso de los ciclistas de la Vuelta por el pueblo. Desplegaron pancartas y carteles y algunos de ellos/as lucieron con orgullo las camisetas que se habían utilizado en la Bizikleta Martxa Pentsionista por Euskal Herria.
5.- Mutuas del Trabajo: A la caza de nuevos beneficios y control represivo de las bajas de las personas trabajadoras
Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales son asociaciones privadas de empresarios/as que apuestan por el desmantelamiento del sistema público de Salud y por completar su control absoluto de las bajas laborales por enfermedad común y accidente no laboral.
No dudan en elaborar informes enfatizando el absentismo laboral. En las bajas por accidentes laborales y enfermedades profesionales no analizan ni critican las responsabilidades empresariales en las causas que las han motivado, es más, tratan de ocultarlas. Pero cuando se refieren a las bajas por enfermedad común, sobredimensionan de un modo interesado el nivel que alcanzan, resaltando el incremento de costes por este concepto para empresas y Seguridad Social, criticando incluso la mala actuación y gestión del Sistema Público de Salud, de la Seguridad Social y el “abuso fraudulento” de este tipo de bajas por ciertos trabajadores y trabajadoras. Todo ello con un objetivo: reclamar el aumento de sus competencias en esta materia.
En un informe reciente, fechado en junio de este año, la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) presentaba sus propuestas de “solución”, cuyos objetivos se resumen en:
. Debilitamiento de la Seguridad Social. Sustitución de facto a ésta por las Mutuas en la gestión de la Incapacidad Temporal.
. Intromisión y empoderamiento de las Mutuas frente a los Servicios Públicos de Salud. Controlando las actividades de las/los médicos de la Atención Primaria en materia de bajas laborales.
. Privatización de la asistencia sanitaria Libertad de las Mutuas para usos de centro sanitarios privados concertados para la atención sanitaria de las/los trabajadores. Es decir, uso de las cotizaciones sociales en favor del sistema sanitario privado
. Restricción de la prestación por incapacidad temporal y eliminación de derechos y garantías.
Recortando los criterios actuales de duración de las bajas. Eliminando de los mecanismos actuales de supervisión de las prácticas mutuales por parte de Inspección Médica del Sistema Público de Salud. Imposibilitando el recurso de las/los trabajadores a las decisiones de las Mutuas ante el SPS y el INSS previamente a apelar al Juzgado de los Social.
Imponiendo medidas cuando el trabajador/a se niegue a adelantar pruebas clínicas o tratamientos propuestos por las Mutuas. Imposibilitando la emisión de baja médica por el Servicio Público de Salud ante altas emitidas por la Mutua en contingencias profesionales. Interconexionando la historia clínica informatizada de la población trabajadora con las Mutuas para “conocer sus antecedentes clínicos”. Disminuyendo las cuantías de la prestación económica con la anulación de cláusulas de convenios para cobertura de los primeros días sin prestación u otros complementos.
Ahorros empresariales. Estableciendo un sistema de bonificaciones a las empresas para que coticen menos cuantas menos personas enfermas haya en la empresa. Invitación en definitiva a la no concesión de bajas que practican habitualmente las Mutuas de acuerdo con las empresas.
Prevención de riesgos, sin voluntad real de mejorarlos. Elaborando protocolos de reincorporación al trabajo, sin valorar el papel que debiera jugar al respecto el actualmente cuestionable sistema de prevención encargado de la salud en el trabajo. Asimismo, reclamando un mayor papel preventivo para las Mutuas en las empresas.
Todas estas propuestas solo están dirigidas a que las Mutuas controlen todas las bajas sean por accidente laboral, por enfermedades profesionales o de carácter común, para que la gente vuelva a trabajar antes sin garantías de estar bien de salud y ahorrándose las prestaciones Y, claro está, ampliar el campo de su negocio y de sus beneficios.
Cada vez más aumentan su poder privado, en detrimento del Servicio Público de Salud y de la Seguridad Social. Lo triste y delicado de esta situación es que los poderes e instituciones públicas no ponen freno a ese control de la salud de los y las trabajadoras y a su privatización. Por otro lado, ni los partidos políticos de izquierda, ni los sindicatos –en general– ponen toda la carne en el asador para impedir ese retroceso en la salud y en las prestaciones en situación de baja laboral para toda la población trabajadora.
